jueves, 13 de enero de 2011

El Bicentenario, la Cirugía Plástica en México y su Congreso

• El doctor Fernando Ortiz Monasterio, el más galardonado en el 2010.
• Exposición Permanente de la Historia de la Cirugía Plástica en México.


Al finalizar el 2010, Bicentenario de la Independencia, y Centenario de nuestra Revolución, tres acontecimientos marcaron al sector de la cirugía plástica en México.
El primero, fue el otorgamiento del Honoris Causa por parte de la UNAM, a don Fernando Enrique Ortiz Monasterio y Garay, quien se convirtió así, en el primer y único cirujano plástico en recibir este Doctorado en los 100 años de vida de nuestra máxima casa de estudios, y el médico número 13 en obtenerlo.
El doctor Ortiz-Monasterio y Garay, tuvo el sueño de cambiar el dolor y la tristeza, por la funcionalidad y armonía. Y lo logró.

Al frente de un equipo de médicos que él formó, ha operado a más de 24 mil niños con labio leporino y paladar hendido, labor que inició con sus propios recursos, y que después se tradujo en un programa denominado “Cirugía Extramuros”, el cual se aplica en la mayoría de los países de Centro y Sudamérica.
Egresado de la Facultad de Medicina de la UNAM demostró a través de estudios cefalométricos, que el cierre quirúrgico labiopalatino, en edad temprana, propicia el crecimiento del maxilar superior y el desarrollo simétrico de la cara.
De su basta preparación, también se derivaron otras aportaciones a nivel internacional. Sus estudios clínicos de la reconstrucción del dedo pulgar, y el uso preventivo de antibióticos en pacientes con quemaduras severas, impulsó la apertura de la Unidad de Cirugía Plástica del Hospital General de México , pilar de la institución y sede formadora de la mayor parte de los cirujanos plásticos en México.
La trascendencia de las aportaciones de Fernando Ortiz-Monasterio como profesor de la facultad de Medicina de la UNAM desde 1957, como científico, investigador clínico y cirujano, es enorme.
Su trabajo se traduce en más de 200 artículos en revistas indexadas, casi una decena de libros de su especialidad, que han dado origen a más de un mil 500 citas bibliográficas en los diferentes índices internacionales.
El doctor Ortiz Monasterio y Garay, a sus 87 años de edad (23 de julio 1923), pertenece al Sistema Nacional de Investigadores -nivel 3-. Bajo su tutela se han formado más de 200 cirujanos plásticos de México y de otras partes del mundo; pertenece a 15 sociedades médicas mexicanas, 17 extranjeras, y es miembro honorario de 14 más.
Ha sido investido con 5 Doctorados Honoris Causa por las Universidades de Buenos Aires y Córdoba en Argentina, Bolivia, Uruguay y Toulouse, Francia. Y ha recibido 16 distintos premios y condecoraciones internacionales, entre los que destacan las medallas otorgadas por el estado Alemán, y por la Sociedad Internacional de Cirugía Craneofacial.
Por su aportación en la cirugía reconstructiva en el mundo, y a su papel como forjador de las especialidades médicas en México, el Consejo Universitario de la UNAM otorgó el Doctorado Honoris Causa a Fernando Enrique Ortiz-Monasterio y Garay.
                                                         Congreso Anual de la AMCPER
El segundo evento de relevancia al término del 2010, fue la realización del Congreso Bicentenario por parte de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER), al cual asistieron el presidente de la Federación Ibero Latinoamericana de Cirugía Plástica (FILACP), doctor Reinaldo Kube, y su antecesor doctor José Yoshikazu Tariki, quien por cierto, fue ampliamente criticado por su actitud déspota y prepotente durante su estancia en nuestro país, lo que contrastó con la amabilidad y sencillez de sus compatriotas y colegas brasileños, los doctores Ivo Pitanguy, y Robert Rey
Tanto Reinaldo Kube como José Tariki, fueron testigos de honor del reconocimiento que la AMCPER, cuyo presidente y vicepresidente son los doctores Alejandro Duarte y Sánchez, y José Luis Haddad Tame, respectivamente, le rindió al maestro Fernando Ortiz Monasterio y Garay.
El programa científico del Congreso Anual de la AMCPER, se dedicó a la Estética-Facial, el cual se diseñó para reunir a los cirujanos plásticos más sobresalientes en las técnicas quirúrgicas, avances tecnológicos y tendencias terapéuticas en los temas de Ritidectomía, y Rejuvenecimiento Facial, Contorno Facial, Blefaroplastia y Rinoplastia.

Drs. Eric Santamaría, Fernando Ortiz-Monasterio y Alejandro Duarte.

Don Fernando Ortiz Monasterio
Los doctores Alfonso Vallarta Rodríguez, y Jorge Luis Gortárez Martínez, coordinador general del Congreso y del Comité Científico, respectivamente se dieron a la tarea de reunir a los mejor de sus colegas en Estética-Facial.

Alejandro Duarte, F. Ortiz-Monasterio y Raúl López-Infante
 Así, escuchamos las ponencias de profesores extranjeros invitados, como: Jorge Herrera y Aldo Montura (Argentina); Farid Hakme, Wanda E. Massiere y José Yoshiazu Taraki (Brasil); Daniel Jacubovsky y Gerardo Schwember (Chile) ; Reinaldo Kube (Venezuela).
Por parte de nuestro país, dictaron conferencias, los profesores: Alejandro Cárdenas López, Alexander Cárdenas Mejía, Ramón Cuenca Guerra, Jesús Cuenca Pardo, José Abel de la Peña Salcedo, Carlos Del Vecchyo Calcaneo, Alejandro Duarte y Sánchez, Antonio Fuente del Campo, José Guerrerosantos, Raúl López Infante, Fernando Molina Montalvo, René Crisanto Mora Esquivas,  Don Fernando Ortiz-Monasterio y Garay, Nicolás Sastré Ortiz, Bertha Torres Gómez, Ignacio Trigos Micoló, Lázaro Cárdenas Camarena y Calixto Harada Prieto, entre otros. Se extrañó la presencia de Luis Ortiz Oscoy, Isabel Caravantes y Diana Patricia López.

En el marco del Congreso Bicentenario, el Comité Ejecutivo de la AMCPER, presidido por el doctor Alejandro Duarte y Sánchez, y denunció que diversas secretarías de Salud de los algunos estados de la República, destacando la de Veracruz y del Distrito Federal, se han coludido con “cosmeatras, charlatanes, esteticistas, cosmetólogos y hasta peluqueros”, y les han otorgado licencias para ejercer y poder aplicar procedimientos, que solamente los cirujanos plásticos pueden practicar. Esto coloca a la población en vulnerabilidad, pues pueden tener complicaciones médicas e incluso perder la vida, como estuvo a punto de ocurrirle a la cantante Alejandra Guzmán Pinal, y a quien salvó el doctor Raúl López-Infante.

Drs. José Luis Haddad, R. Crisanto  Mora y Alejandro Duarte
El Hospital General de México, recibe constantemente a pacientes, víctimas de estos mercenarios de la estética corporal y facial. Muchos de los que llegan a atenderse, fallecen, pues sufre mutilaciones severas, como lo explicó el doctor José Luis Haddad Tame.
Asimismo se criticó, e incluso se calificó de faltos de ética y profesionalismo, a ciertas firmas de productos médicos, que solamente deben distribuirse a profesionales de la cirugía plástica y dermatología, y que a cambio de elevados volúmenes de ventas, lo facilitan a “seudo médicos, charlatanes y hasta en salones de belleza”. Los ejecutivos de mercadotecnia de Allergan, marca que comercializa Botox, Juvéderm, Surgiderm y Latisse sólo se concretaron a desmentirlo, e informaron que se trataba de productos robados de sus bodegas y transportes, o bien que eran “artículos piratas”
           
                               El Maestro Ortiz Monasterio en la Historia de la Cirugía Plástica Mexicana


Enrique Graue Wiechers y Don Fernando Ortiz Monasterio

Y el tercer acontecimiento, fue la inauguración, en el Palacio de la Escuela de Medicina (Antiguo Palacio de la Santa Inquisición o del Santo Oficio), de la Sala Doctor Fernando Ortiz Monasterio, dedicada a la historia de la Cirugía Plástica en México. Dicho espacio, fue diseñado por el propio doctor Monasterio y Garay, quien donó libros, objetos personales y fotografías de sus primeras cirugías reconstructivas a niños con labio y paladar hendido.    

Ortiz Monasterio estuvo acompañado por el director de la Facultad de Medicina de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, familiares y amigos. Entre sus alumnos y colegas:  Fernando Molina Montalvo, Ignacio Trigos Micolo, Alfonso Vallarta Rodríguez, y Alexander Cárdenas Mejía.


El museo fue inaugurado el 22 de diciembre de 1980, con el compromiso de difundir la historia de la medicina mexicana. Surgió de la inquietud de un grupo de universitarios que consideraron su realización como una de las metas inmediatas para preservar el patrimonio universitario.
El museo estaba conformado por 24 salas, y ahora con la dedicada a la Cirugía Plástica, ya son 25, que contemplan desde la época prehispánica hasta el siglo XX y que se han dividido en: México antiguo, Herbolaria, Siglo XVI, Siglo XVII-XVIII, Siglo XIX y XX, así como las salas de especialidades: otorrinolaringología, radiología y la sala del desarrollo humano, así como un gran espacio para actividades múltiples.
La Facultad de Medicina ha recuperado el espacio de su Antigua Casa, convertida ahora en el "Palacio de la Escuela de Medicina", reconstruida en 1980 con esmero, pero sobre todo, con cariño. Ha sido objeto de cuidado constante, de ampliación y adecuación de los espacios utilizables.
El Palacio de la Antigua Escuela de Medicina, es una majestuosa construcción del Barroco Mexicano. Está enclavado en el centro histórico de la ciudad de México, en la plaza de Santo Domingo (Brasil No. 33, esq. República de Venezuela. Centro Histórico). El edificio fue construido en 1732 por el arquitecto Pedro de Arrieta y desde entonces ha sido sede de diversas Instituciones. Fue tribunal y cárcel de la Inquisición (abolida en 1820), sitio para bailes públicos, plantel del Colegio Militar, cárcel de reos políticos y militares y desde 1847 a mediados del siglo XX, la Escuela Nacional de Medicina.
Alberga actualmente al Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, el Archivo Histórico de la Facultad, la Biblioteca Histórico - Médica Dr. Nicolás León, el Museo de la Medicina Mexicana y la Unidad Administrativa. Está dedicado a difundir la historia de la medicina mexicana a través del recorrido de 25 salas, incluida la del doctor Fernando E. Ortiz-Monasterio y Garay.



El Dr. Ignacio Trigos M., acompaña a su colega Ortiz Monasterio



Don Fernando Ortiz M. y el Dr. Fernando Molina Montalvo

Ortiz Monasterio, y su sonrisa de siempre




Amigos, familiares y ex-alumnos


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